08/12/10
Fuente: Guía Óleo | Guy Nevo.
Este precio exorbitante es lo que cuesta Domaine 1998 de Romanée Conti la botella más cara en la carta de vinos del restaurante Duhau y según Marcelo Rebole, el sommelier del Hotel Park Hyatt donde funciona este restaurante, hay gente que lo paga. ¿Tiene sentido alguno pagar por una botella de vino lo que la mayoría estaría contenta de poder pagar por un auto? Ningún análisis racional podrá justificar un gasto de este tipo, ni siquiera para los pocos que lo pueden hacer. Buscando rápido en Internet, el vino mas barato que encontré cuesta $10, es imposible calcular si el majestuoso Domaine es realmente 6.000 veces mejor que el modesto vino tinto que se vende por $10, seria un pecado compararlos.
El fenómeno de los precios astronómicos por productos de lujo no es exclusivo del mercado de los vinos, estamos acostumbrados a pagar un valor agregado que no se explica por la calidad pura del producto. Cualquier persona que usa ropa de marca sabe que ademas de la calidad de la prenda, está incluido en el precio el valor que uno le asigna a la marca que lo fabrica, un valor que no es 100% racional. Obviamente el que paga un precio inflado por un vino, le da valor a la marca de la bodega, pero parece que este motivo sólo, no nos da respuesta completa al complejo tema del valor del vino.
Un amigo mío, coleccionista y apasionado de vinos, suele festejar su cumpleaños abriendo una botella de la cosecha de su año de nacimiento. En una oportunidad me convidó una copa de vino francés añejo y con ojos brillantes me preguntó – ¿No es increíble que un vino de 40 años esté tan bien? No tuve otra opción que confirmar, era realmente increíble para un vino de 40 años, pero juzgando por su gusto solamente, me confieso que hay varios vinos que cuestan la décima parte y que me agradan más.
Todos los que fueron invitados a la degustación que describe Fabián Couto, eran profesionales del mundo del vino salvo yo, que ya tuve la oportunidad de declarar ignorancia en la materia. La admiración respecto al maravilloso estado de conservación del espumante Grande Cuvee 1999 fue compartida por todos, sin embargo aprovechando mi condición de ignorante , compartí con el enólogo Pepe Martínez Rosell mi opinión y le comente que para el próximo brindis prefiero comprar un espumante joven y bebible.
¿Por que nos tiene que importar la edad del vino, u otros datos de color, no es el gusto lo único que importa? El vino no es solamente una bebida alcohólica hecha de uva, para muchos es una pasión.
Cuando los apasionados toman un vino, lo tratan como objeto de colección, con su historia particular que lo diferencia del vino de supermercado. Los apasionados tratan de abrir una botella de la cual pueden hablar y disfrutar no solamente de su aroma y su sabor si no de todos los detalles que lo hacen especial y adecuado para el momento.
¿Cuánto pagaría un apasionado de fútbol por la camiseta de Maradona? La que usó en la final del Mundial 1986 digamos, sin lavar.
La guitarra con la que tocó John Lennon, vale cientos de veces mas que una guitarra idéntica, sin motivo racional alguno.
Los apasionados por los autos clásicos pagan fortunas por comprar y mantener autos cuyos detalles técnicos son inferiores a los de un taxi promedio y no se quejan por la falta de aire acondicionado o radio.
La pasión por el vino esta considerada por muchos como esnobismo, y los comentarios despectivos, sobre quienes dispuestos a pagar un precio por ello, son comunes inclusive entre los que aceptan sin pensar otros ejemplos de valor pasional y no racional.
En nuestro aniversario de 20 años de casados, festejamos con mi mujer en el restaurante Duhau, obviamente no tomamos un vino de $60.000 pero queríamos tomar un vino adecuado para la ocasión. Le pregunte a Marcelo Rebole si tiene en la carta un vino del año 1990, el año de nuestro casamiento, pero un vino que nosotros los mortales podamos pagar aun que nos cueste.
Marcelo me propuso el Montchenot 15 años de Bodega López. Me imagino que por el mismo precio podríamos haber comprado un vino “superior” pero este vino no era bebida alcohólica hecha de uva, lo que tomamos aquella noche eran recuerdos de juventud y nostalgia. Este mismo vino lo comprábamos en aquellos años en el almacén de la esquina, no en un restaurante de lujo. ¿Cuánto pagarías por poder revivir esos recuerdos?
